“Guarda silencio.

No busques la fama.

al revés,

monta tu caballo

al jardín de rosas del alma.

Tengo una rosa esperándote allí”.

RUMI

Hago hincapié en que hay que entender la relatividad. No hace falta volver a casa y anunciar que “no hay nada, sólo silencio”. ¡Ten cuidado! Lo importante es que esto esté encendido y claro dentro de ti, como una luz brillante.

Lo que puede mantener encendida esta llama es no juzgarte a ti mismo ni a los demás, no estar orgulloso de tus acciones o de las acciones de los demás, por ejemplo. 

No hay negocios en el pasado ni en el futuro. Mantener la llama encendida significa cuestionar y descubrir qué pertenece a la mente y qué no.

Cuando te das cuenta de que lo aparente lo trae tu mente, regresas a la fuente. Sólo el ego tiene asuntos en la superficie, razón por la cual se niega a ver qué es la Verdad. Esto es para evitar que regreses a tu naturaleza original. 

Pero ve claramente que sólo hay Silencio – y no hay necesidad de alarmarse por ello. Dedícate a ello. Cada segundo de tu respiración, cada segundo de tu vida, dedícate a ello. Adentro.